Hubo un tiempo pasado donde los colegiales se afanaban por coleccionar pegatinas, ya fuesen de promociones, series de dibujos o futbolistas. Todo para tener la simple satisfacción de rellenar y completar un album interminable, que sospechosamente tenía 5 o 10 ejemplares imposibles de encontrar por uno mismo o los amigos. Pero en las generaciones futuras creo que esto es algo destinado a desaparecer, así que para los nostálgicos aquí recupero algo del esplendor de antaño.
- Power Rangers (los de verdad, los originales, no la mierda de copias que vinieron despues)
- Los Toi, by Miko
- Las olimpiadas según los Palotes
- Los motorratones de Marte
Y vosotros, ¿todavía os acordáis de vuestra época de coleccionadores insaciables?
5 replies on “Aquellos maravillosos tiempos de las pegatinas”
Lo único que yo coleccionaba con gran cuidado, eran las cartas de olor y todavía las guardo, aunque recuerdo que mis amigos del barrio, con los que jugaba, coleccionaban cromos de futbolistas. Era un rollazo, ver como se intercambiaban cromos y los pegaban en los rectangulares y grandes álbumes que tenían. Molaban más las cartas de olor 😛
@Judith, pues la verdad es que eso de las cartas de olor era más inocente, ya que no tenías que rellenar ningún maldito album e cromos y cada niña solo tendría aquellos papeles que le gustaran 😀
@sucotronic, que le gustaban ó que podían o le dejaban tener, como era en mi caso 😛
Ostras!!!!!…los cromos!!!!!…yo me coleccioné el album de “La Bella y la Bestia” y cuando el Zaragoza ganó la recopa salió uno de la historia del Real Zaragoza…mi último cromo fueron las piernas de Belsué…pegaba botes de alegría cuando me salió el último cromo que me faltaba…las piernas de Belsué y la foto de Pardeza eran imposibles de conseguir…que teimpos aquellos…ahora se intercambian mails cadenas y esas cosas…lo de los cromos si que molaba…
Confesiones: también tenía cartas con olor, que todavía las guardo así que Judith, cuando quieras quedamos y cambiamos algunas jejeje
@Kambalaya, buf, a mi eso de los cromos deportivos siempre me pareció una chufa, porque no tenía fin. Todos los años vuelta a empezar otro album para que luego se quedara desfasado. Pero bueno, así acabé, haciendo una colección de “banderas del mundo” que solo coleccionábamos 2 personas en todo el barrio 😛