Yo siempre había pensado que se trataba de un mito infundado, pero tras escuchar las experiencias positivas de algunos conocidos y leer una explicación razonable del porque este ‘repelente’ funciona, queda más que demostrado que funciona. El truco vendría a ser el siguiente:
Evidentemente las moscas, siendo presas fáciles y con muy malas defensas, son insectos muy nerviosos, y como tales no les hace mucha gracia posarse en algún sitio cuando hay algo moviéndose cerca, y que probablemente sea un depredador. La bolsa de agua actúa como una lente de aumento, haciendo que se reflejen en ella los movimientos de las personas. Así, aunque la mosca se encuentre lejos de la acción como para verla directamente, podrá verla como un destello de luz y oscuridad en la bolsa de agua, lo cual interpretará como un movimiento cercano, y se alejará de la bolsa.
Fuente, lifehacker.