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Olivetti Lettera, resucitando un mito

Hoy he visto en el armario la máquina de escribir que hace un montón de años compró mi madre en un curso de mecanografía. Es gracioso, porque el curso era a distancia, y los ejercicios se mandaban por correo y se devolvían corregidos. Esta máquina es totalmente analógica, sin ningún tipo de mecanismo electrónico o similar. Ahora no tengo ninguna imagen de la misma (quizá en un post futuro), pero el aspecto es similar a esta:

Cuando era pequeño recuerdo haber intentado, sin éxito, aprender a escribir a máquina con ella. Las teclas se hunden hasta profundidades insospechadas, y la fuerza necesaria para pulsarlas, aunque regulable, era demasiada para mis pequeñas manos. Hoy sin embargo las cosas han cambiado, y me he decidido a probar que se siente cuando se utiliza una de estas con un poco de conocimiento mecanográfico. El resultado de mi experimento es algo tal que así:

Para verlo en más calidad, archivo en pdf.

Quizás algún otro día me de otro arrebato, y emprenda un minirelato de ciencia ficción, totalmente escrito con una auténtica máquina de esciribir. Un gesto nostálgico para un amante del género steampunk.

4 replies on “Olivetti Lettera, resucitando un mito”

¡Hola!

¡Que sorpresa al ver la imagen de la máquina de escribir! 😀
De repente me he transportado en el tiempo unos 11 años atrás, y he visto a mi profesora de 4º de primaria, escribiendo en una maquina de escribir similar, apoyada en un carrito, los exámenes que nos ponía (que recuerdos…)

Un beso

En la Olivetti lettera que citas aprendí a escibir a máquina. Tendría 14 años y todo el verano por delante. Así que compré un manual de escibir a máquina que editaba una prestigiosa academia de taqui-mecanografía zaragozana, Kühnel.
Lección 1
asdf asdf asdf asdf asdf asdf asdf asdf asdf asdf asdf
Lección 2
ñlkj ñlkj ñlkj ñlkj ñlkj ñlkj ñlkj ñlkj ñlkj ñlkj ñlkj

y así lección tras lección me autocorregía con severidad repitiendo si sobrepasaba el nº de errores cometidos. Total tampoco tenía prisa.
Al final del verano escribía con soltura y con ciertos vicios que ya nunca corregí, pero aquel niño lleva muchos años utilizando teclados y componiendo palabras. Gracias por recordarmelo.

Judith: a mi también me suenan haber visto ese tipo de máquinas, pero no en la escuela, sino en el ayuntamiento o algún lugar público. Supongo que en el colegio los profesores usarían alguna parecida para hacernos nuestros exámenes.
Carlos: es casualidad que hayas nombrado ese autor de libros didácticos, y hoy desde el blog de unjubilado haya ido a parar a esta página:
http://www.rafaelcastillejo.com/escuela.htm
en la que aparece uno de esos libros, aunque no de mecanografía

Ya ves las personas mayores de … y pico tuvimos el mismo material didáctico. Por eso no comprendo ni como somos capaces de escribir en un blog. je jeje

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